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¿Qué es el eustrés?

Es una forma de estrés saludable y motivador, que activa nuestro cuerpo y mente para enfrentar retos, aprender, crecer y rendir mejor. A diferencia del distrés (estrés negativo), el eustrés no desgasta, sino que estimula.

Características del eustrés:

• Es temporal y manejable.
• Se relaciona con retos alcanzables, no amenazas.
• Genera energía, enfoque y motivación.
• Aumenta la autoeficacia y el sentido de logro.

Ejemplos cotidianos de eustrés:

• Antes de una presentación que te entusiasma.
• Comenzar un nuevo trabajo o proyecto desafiante.
• Practicar para una competencia o examen.

¿Por qué es importante?

Porque nos recuerda que no todo estrés es malo. Si lo manejamos bien, el estrés puede ser un motor de crecimiento personal y profesional. La clave está en la percepción del desafío: si lo ves como algo manejable y estimulante, probablemente estás en eustrés.

Factores que determinan si sentimos estrés o eustrés:

1. Percepción del reto

• Eustrés: cuando lo percibimos como un desafío emocionante, alcanzable, que nos estimula.
• Distrés: cuando lo percibimos como una amenaza o carga, algo que supera nuestros recursos.

2. Sentido de control

• Si sentimos que tenemos herramientas o estrategias para manejar la situación → eustrés.
• Si sentimos que estamos desbordados o sin recursos → distrés.

3. Actitud personal (mentalidad)

• Una mentalidad de crecimiento (“puedo aprender, mejorar”) predispone al eustrés.
• Una mentalidad fija (“no soy capaz, siempre fracaso”) favorece el distrés.

4. Estado emocional y físico

• El agotamiento, la ansiedad previa o la falta de sueño hacen más probable que algo se viva como distrés.
• En cambio, si estamos descansados y motivados, la misma situación puede vivirse como eustrés.