
Empatizar es comprender sin imponer, conectar sin asumir, y acompañar sin necesidad de compartir la misma experiencia.
El concepto general de empatía es la capacidad de comprender una situación desde la perspectiva de la otra persona, entendiendo lo que hay realmente detras de sus emociones. Pero ojo, empatía y simpatía son conceptos diferentes. Comprender a otra persona no es necesariamente estar de acuerdo con sus valores o creencias, a eso le llamamos simpatía.
¿Cuales son los beneficios de aplicar la empatía en nuestras relaciones? Fomentan relaciones saludables, mejora la comunicación y reduce la posibilidad de conflictos. Además genera un ambiente de trabajo colaborativo y positivo.
En este post hablaremos de cinco tipos de empatía. Según Daniel Goleman, debemos reconocer tres tipos: la empatía cognitiva, que nos ayuda a entender como piensan las personas, por lo tanto nos ayuda a comunicar nuestras ideas mejor. La empatía emocional, que nos ayuda a entender lo que sienten otras personas y la preocupación empática, que nos da sensibilidad y la disposición para ayudar, es decir, nos lleva a la acción.
Adicionalmente, Chris Voss (Rompe la barrera del No), nos habla de la empatía táctica, en la cual además de comprender los sentimientos y estados de ánimo de la persona, debemos hacer las preguntas adecuadas para descubrir que hay detrás de esos sentimientos, descubrir la verdadera necesidad, de manera que podamos utilizar estratégicamente este conocimiento para influir en nuestro interlocutor.
Finalmente queremos hablar de un tema que se habla poco, la autoempatía, que consiste en aplicar la misma comprensión y amabilidad que utilizamos con otras personas en nosotros mismos. De esta manera, no ser tan duros con nuestros propios sufrimientos, errores o vulnerabilidades, reconociendo nuestra humanidad, ligada a las imperfecciones.
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